La pesca modifica el comportamiento y las características de los peces en los ecosistemas explotados

Un estudio muestra la importancia de las áreas marinas protegidas para comprender el comportamiento originario de las especies

UB/DICYT No todos los ejemplares de una misma especie son idénticos: a menudo existe una variabilidad muy marcada dentro de una misma población e incluso esas diferencias morfológicas se traducen en un comportamiento distinto. Un nuevo estudio de la UB demuestra que la pesca altera el reparto de recursos y, por lo tanto, la conducta de dos tipologías de una misma especie de pez, el Labrus bergylta. Estos resultados, publicados en la revista Marine Ecology Progress Series, ponen de manifiesto que la pesca dificulta la comprensión de cómo han evolucionado las características de las especies en los ecosistemas explotados, ya que influye en cómo actúan y se alimentan los animales. Además, los resultados ratifican la importancia de las reservas marinas para poder entender el comportamiento originario de estos ecosistemas antes de la intervención humana.

El artículo está firmado por los investigadores del Departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales y del Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la UB Lluís Cardona, Àlex Aguilar y Fabiana Saporiti. En el trabajo también participan expertos del Instituto Español de Oceanografía y de la Universidad de Essex (Inglaterra).

La existencia de formas distintas de una misma especie, llamadas morfotipos, es frecuente en los animales vertebrados y depende en gran medida de la abundancia de las presas disponibles durante los primeros años de vida, así como de la competencia con otros congéneres. Para averiguar si dos morfotipos de una misma especie difieren en el uso de los recursos y si esta diversidad está afectada por la pesca, el equipo de la UB puso en marcha un estudio sobre el Labrus bergylta, pez del orden de los Perciformes y la familia de los lábridos, muy común en las costas del norte de la península ibérica y en las costas atlánticas de Europa.

Los investigadores compararon los patrones de uso del medio y la alimentación de dos morfotipos de este pez, uno liso y otro con manchas, en dos hábitats diferentes: en las islas Cíes (Vigo), un área marina protegida donde no se permite la pesca recreativa, y en zonas contiguas abiertas a la pesca. Con ese objetivo, primero estudiaron visualmente la cantidad de ejemplares de cada morfotipo en las dos áreas y después usaron técnicas de análisis de isótopos estables de carbono y nitrógeno para averiguar las diferencias en el tipo de alimentación.

Leer completo en dicyt