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El proceso de depuración de aguas residuales comienza cuando el agua llega a la planta de tratamiento, donde se separan los sólidos de mayor tamaño. La red de alcantarillado también recoge agua de lluvia que puede arrastrar arena, que es eliminada en estanques de arena. El agua también transporta grasas y aceites, que se eliminan en equipos de flotación para flotar y permanecer en la superficie por diferencias de densidad. El siguiente paso es el tratamiento biológico, donde se decanta la materia orgánica e inorgánica, se digiere la materia orgánica y finalmente se separa el agua depurada del lodo biológico. El agua purificada se devuelve al medio ambiente o se procesa posteriormente en equipos de regeneración más avanzados. Aquí es donde los lodos comienzan a procesarse para su reutilización.
En ARIA tratamos el ciclo del agua desde la zona de tratamiento y la zona de vertido, prestando servicios de consultoría a empresas en el ámbito de la depuración de aguas residuales municipales e industriales, así como del vertido de aguas residuales.