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España divide sus aguas bajo soberanía o jurisdicción en cinco demarcaciones marinas, establecidas por la Ley 41/2010 de Protección del Medio Marino. Estas unidades tienen como objetivo organizar la planificación ambiental, evaluar el estado ecológico del mar y aplicar políticas de conservación. Las cinco demarcaciones son: Noratlántica, Sudatlántica, Estrecho y Alborán, Levantino-Balear y Canaria.
La Demarcación Marina Noratlántica abarca la franja marítima comprendida entre el límite con Portugal por el norte y el límite con Francia en el Golfo de Vizcaya. En términos terrestres, incluye las provincias de A Coruña, Lugo y Pontevedra en Galicia, así como Asturias, Cantabria, Guipúzcoa y Vizcaya. Se trata de una zona de enorme importancia ecológica y económica, caracterizada por una intensa actividad pesquera y portuaria.
La Demarcación Marina Sudatlántica comprende el sector marítimo que va desde el Golfo de Cádiz, en la frontera con Portugal, hasta el meridiano del cabo de Espartel. Esta demarcación corresponde principalmente a las provincias de Huelva y Cádiz. Es un espacio marcado por actividades pesqueras, turísticas y energéticas, especialmente relevante por su cercanía al estrecho de Gibraltar y su biodiversidad.
La Demarcación del Estrecho y Alborán se sitúa entre el meridiano del cabo de Espartel y una línea imaginaria con orientación 128° desde el cabo de Gata. Las provincias implicadas son Almería, Granada, Málaga y Cádiz, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Esta zona es una de las áreas marinas más singulares del país debido al intercambio de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo.
La Demarcación Marina Levantino-Balear cubre el espacio marítimo que se extiende desde la línea imaginaria al este de Almería hasta el límite con Francia en el Golfo de León. En esta unidad se integran las provincias de Barcelona, Girona y Tarragona en Cataluña; Alicante, Castellón y Valencia en la Comunidad Valenciana; además de Murcia, Baleares y parte de Almería. Es una demarcación fuertemente vinculada al turismo, la navegación recreativa, la pesca mediterránea y el tráfico marítimo.
Por último, la Demarcación Marina Canaria se corresponde con las aguas que rodean el archipiélago canario. No involucra provincias peninsulares, sino las islas pertenecientes a las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. Su importancia radica en la riqueza biológica y la singularidad de sus ecosistemas volcánicos marinos.
